COMPLOT… ¿EN EL VATICANO?
Hasta hace poco tiempo, nadie hubiera podido dar crédito a la cantidad de chismes y elucubraciones en torno al sucesor de San Pedro y su misión. Se constata la triste realidad que Benedicto XVI había ya advertido en el sentido de que: «los ataques al Papa y a la Iglesia no sólo llegan desde fuera, sino que los sufrimientos de la Iglesia vienen precisamente de su interior». Lo que ahora nos preocupa nos remite al pasado 18 de mayo cuando salió a la venta el libro del periodista italiano Gianluigi Nuzzi intitulado «Su Santidad: Los documentos secretos del Vaticano». La publicación contiene información reservada a la Santa Sede y documentos privados del Santo Padre que la sala de prensa vaticana ha calificado no solo de «una discutible –y objetivamente difamatoria-, iniciativa periodística, sino que asume claramente las características de un acto criminal». Es un hecho que el Santo Padre, e incluso los remitentes de los mensajes a él dirigidos, han visto violados sus derechos personales de reserva y de libertad en la correspondencia.
En la tarde del miércoles 23 de mayo fue arrestado Paolo Gabriele, mayordomo del Papa, luego de que en su apartamento se encontraran documentos reservados de la Santa Sede. Gabriele, casado y con tres hijos y uno de los miembros de la llamada «familia pontificia», un grupo de 9 personas que sirve de manera personal al Pontífice, permanece detenido en la Gendarmería Vaticana. A partir de este lamentable hecho, semejante a una novela de ficción estilo Dan Brown, todo ha sido chisme y comentarios infundados que han llegado al extremo de afirmar que existe un «complot» en contra del Papa que llegaría al extremo de planear su asesinato. El jesuita Federico Lombardi, ha desmentido categóricamente las versiones de la prensa sensacionalista que ha afirmado la existencia de algunos aparatos de grabación y de reproducción en la casa del mayordomo. Añadió que Carlo Fusco, abogado de Gabriele, ha afirmado que el acusado tiene el deseo de colaborar con el caso, que su esposa «no ha concedido jamás una entrevista y que el mayordomo se encuentra muy sereno y tranquilo», contrario a todo lo que se ha dicho en los medios.
Los abogados también expresaron su «estupor» por las versiones de algunos diarios que afirman tener elementos del caso que ellos desconocen. Asimismo, el padre Lombardi expresó firmemente que no existe algún cardenal sospechoso: «Lo desmiento del modo más total, no hay ningún cardenal italiano o no italiano sospechoso de modo particular». El jefe de la oficina de prensa vaticana pidió considerar que «la comisión cardenalicia nombrada por el Papa escucha a diversas personas, entre ellos cardenales que son responsables de diversos despachos de la curia, pero esto no significa en absoluto que haya motivos de sospecha. Lo desmiento y no tiene fundamento. También desmiento que haya alguna mujer investigada, en una entrevista o presunta entrevista de un diario italiano, se hablaba de un grupo de relatores nombrados por el Papa y dirigidos por una mujer». Y añadió: «estamos en la pura fantasía, no hay en absoluto ningún fundamento sobre esto, y los invito a dudar en las entrevistas de este tipo».
Cuando se afirma que Gabriele podría ser declarado culpable del crimen de posesión ilegal de documentos de un Jefe de Estado, lo que está penado con 30 años de cárcel, el Padre Lombardi declaró el sábado que la idea es acusarlo solo de «robo agravado». Y ante las supuestas «luchas de poder» internas en el Vaticano que precederían una sucesión papal anticipada, el jesuita consideró estas versiones como exageradas y sin fundamento, por lo que hizo un llamado a la objetividad. También ha habido algunos medios italianos que han publicado unas declaraciones de personas anónimas que se autodenominan «los cuervos», señalando que Paolo Gabriele es solo un «chivo expiatorio» y afirman que han hecho estas maniobras para ayudar al Santo Padre. Sin embargo, ninguna fuente anónima ha sido capaz de responder a la pregunta « ¿Cómo ayuda al Papa la filtración de documentos y correspondencia secreta que traen mala prensa a la Santa Sede?». Obviamente el Santo Padre está preocupado y se muestra cansado -y yo diría triste- como pudimos percibir en la celebración de la Eucaristía de Pentecostés y en el rezo del ángelus ante miles de personas que le manifestamos nuestro amor, respeto y apoyo incondicional. No cabe duda que, como hombre santo, está siendo sometido a la prueba y la persecución, sin embargo, conserva su habitual serenidad, su amable sonrisa y nos da un testimonio hermoso de fe y esperanza, a pesar de las circunstancias de dolor y confusión que estamos viviendo como Iglesia y él, como un gran pastor.
P. Jaime Emilio González Magaña, S. I.
No hay comentarios:
Publicar un comentario